Ante la inminente colisión con tu boca,
desosegados mis labios permanecen.
Aproximas tu talle cierto de lo que en mi suscitas,
sin otra voluntad que yuxtaponer en mi esa boca.
Y yo incauta me hallo a tu lado
creyendo que estas presas ansias,
acalladas en tu mente seguirán.
Mas mi alma lo sabe
la demencia contenida en tu corazón,
libre rebosará de tu interior.
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