¡oh!, qué fermoso aquel instante
en que mis ojos en los tuyos se posaron.
Luz y gozo encontraron
los que antes en tinieblas aguardaban,
y es que en tan solo una mirada
hallé todo cuanto mi corazón anhelaba.
Antes de ti perdida y sin rumbo mi alma vagaba,
mas ahora dicha y paz desborda de forma incontrolada.
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